jueves, 11 de abril de 2013

Berenjenas confitadas



Este postre es muy popular en Marruecos. Se prepara en casa y se guarda en almíbar y se sirven como postre y como acompañante a la hora del café. La receta sirve también para confitar otras frutas y hortalizas.

Ingredientes:

1 y 1/2 kg de berenjenas enanas
1 y 1/2 kg de azúcar
3 limones
3 cucharadas de miel
1 y 1/2 cucharaditas de jengibre molido
1 y 1/2 cucharaditas de canela molida
1 y 1/2 cucharaditas de clavo
1 y 1/2 cucharaditas de bicarbonato

Preparación:

Cortar el extremo superior de las berenjenas, pincharlas con un tenedor y mantenerlas 5 minutos en un baño de agua con bicarbonato. Enjuagar y escurrir.

Preparar un atadillo envolviendo el clavo majado, el jengibre y la canela con una gasa. Atar y reservar.

Diluir el azúcar en 1 1/2 litros de agua, llevar a ebullición y mantener unos 30 minutos a fuego lento. Incorporar las berenjenas y el atadillo de especias, tapar la cazuela y mantener a fuego mínimo algo más de 2 horas.

Agregar la miel y el zumo de 3 limones y mantener el hervor otros 10 minutos. Poner en una fuente y dejar enfriar. Espolvorear con canela en polvo.

Buen provecho.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, qué buena pinta tiene. Y parece fácil de hacer. Lo difícil es cogerle el buen punto.

Eladio García dijo...

El punto se coge con la practica. Está claro que la primera vez no te saldrá muy bien pero poco a poco irás mejorando.

Un saludo.

Serk1492 dijo...

Muy buena pinta. Me la apunto ;)

León Riente dijo...

¡1 y 1/2 kg de azúcar! ¡Equilibradísimo postre donde los haya! (ironía)

En general, la repostería marroquí adolece de un abuso del azúcar bastante llamativo.

Pero bueno cada uno con lo suyo, los marroquíes que coman berenjenas confitadas que los españoles tenemos un variado repertorio de repostería autóctona donde escoger.

Eladio García dijo...

Estimado León, te podría dar una lista interminable de recetas españolas empalagosas hasta decir basta, lo que demuestra que la cocina de EstePaís ha bebido de las fuentes árabes durante siglos y siglos.

Un vez más tu fina ironía trabaja a mi favor y el de mis argumentos. Y es que la gran base de la cocina de EstePaís, son recetas árabes y judias, especialmente la repostería andaluza, la cual conozco bastante bien.

En cualquier caso, si no te gusta el azucar, puedes tomar alimentos "light" que están muy de moda.

Saludos cordiales.

León Riente dijo...

¿Tienes alguna prueba de todo lo que afirmas tan alegremente?

¿Qué la cocina española es subsidiaria de las cocinas árabes y judías? Seguramente el vino y el jamón también los trajeron esa gente. ¿Cuál será la próxima, Wafah?

No eches balones fuera. Semejante cantidad de azucar es perjudicial para la salud. Aparte de una cuestión de gusto, pues con tanta azúcar cualquier plato sabe, básicamente, a azúcar y pierde cualquier otro sabor.

Los japoneses y los chinos toman el té verde sin azúcar, para captar el sabor del té. Los marroquíes echan cantidades ingentes de azúcar en la tetera y aquello ya sólo sabe a agua azucarada.

Eladio García dijo...

La cocina de al-Ándalus tenía como ingredientes habituales el arroz, el sorgo, el azúcar de caña, las espinacas, la berenjena, la sandía, el limón, el melocotón y la naranja (los cítricos en general). Es posible que el arroz ya se cultivase en España con anterioridad a la llegada de los musulmanes, pero son los avances introducidos por estos y la demanda de una nueva dieta lo que hace posible cultivarlo en grandes cantidades. Otro de los ingredientes introducidos en la cocina española con gran profusión son las almendras. Es habitual que los platos españoles actuales posean algunas raíces árabes de la época andalusí. Esta influencia árabe en la cocina española se transmitió posteriormente a algunas preparaciones culinarias de las cocinas latinoamericanas.

Sirvete tu mismo, León:

http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1221871

http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Cocina/46929/

Por cierto, nadie se alimenta solo de berenjenas confitadas todo el día. Ya se sabe que lleva mucho azucar pero solo es un postre que se come de higo a brevas, como se dice aquí en Andalucía. Y si no te gusta no te las comas.

Saludos cordiales.

León Riente dijo...

El primer enlace lleva a una noticia de un libro sobre gastronomía escrito por una judía sefardí. ¿Qué va a decir esa? Y el segundo enlace nos lleva al mismo sitio.

Claro que no comeré eso tan perjudicial para la salud. Y, especialmente, si hay aquí algún lector NR o muy rojizado le aconsejo que se abstenga.

Saludos y no te incordio más con esto.

Eladio García dijo...

El primer enlace lleva a una noticia de un libro sobre gastronomía escrito por una judía sefardí. ¿Qué va a decir esa?

Pues si nos ponemos así yo podría decir lo mismo de tu blog porque todo lo basais en teorías bastante sui generis de individuos de ideología radical, totalmente contraria a la de la gran mayoría, por decir algo suavito.

¿O es que vuestras fuentes si son fiables y las de los demas no?

Y tranquilo, que no incordias nada. Esto está para comentar. Ya me gustaría a mi que en otros blogs me dejaran comentar con la libertad de la que tu disfrutas aquí ¿verdad León?

Saludos.

Anónimo dijo...

Aunque me guste comer no pienses que es fácil conquistarme con el estómago. León Riente tiene razón en todo lo que dice.

Eladio García dijo...

Ya me extrañaba que no le dieses la razón, Daor, jajajajaja. Me parece que León ya es grandecito para que tengas que defenderle continuamente y hacer de escudero suyo.

Dejale solito y que baje a la arena de vez en cuando. Viene bien para curtir el cuerpo y el espiritu, jajajaja.

Saludos.

herakles dijo...

Saludos.

La gastronomía también es cultura. Cultura y arte. Cada sentido tiene un arte. El sentido del paladar tiene por arte la gastronomía.

A la llegada del Islam a la Península, las costumbres gastrónimas eran hispano-romanas, teniendo presente que en las recetas romanas se daban muchos componentes de orígen bético. La Bética fue el granero de Roma. Nuestros aceites, aceitunas, vinos, salazones y ahumados usados en Roma dan buena fe de ello. Sin olvidarnos igualmente de la gran aportación en todos los órdenes culturales del Sur Bético a la civilización romana.

La aportación gastronómica barbaro-visigótica es nula. Poco o nada se sabe de ella. En la época bárbara en Europa, con un tan mal clima, con una agricultura bastante primaria, con un sol excaso y débil , sin buenos sistemas de regadío, en dicha región su gastronomía era bastante limitada, amén de unos hábitos higiénicos y de modales en la mesa bastante deplorables.
Al-Ándalus y la región valenciana, con sus buenas tierras, su abundancia de agua, su sistema de regadío, acequias, albercas, norias, su saber trabajar la tierra, la aportación de nuevos productos traidos de toda Asia, hicieron de la gastronomía una activididad muy desarrollada con respecto al pasado. Lógico es pensar que si la agricultura se desarrolló en gran medida , igualmente los frutos de la tierra y consiguientemente la gastronomía.

A lo que se suma la aportación de refinados usos y costumbres importados desde Bagdad por el genial Ziryab a los modos andalusíes, entre ellos en lo tocante a costumbres culinarias y hasta ese momento desconocidos en Europa.

La influencia de la cultura andalusí en materia de gastronomía en España es amplia y profunda, por la variedad de recetas y por la amplia gama de productos, influenciando posteriormente la cocina iberoamericana.

Lo mismo que igualmente la aportación cultural andalusí al despertar de Europa en todos los órdenes es evidente le pese a quien le pese y por más que quieran ningunearla, denostarla, callarla, intolerarla, decir que es mentira , que es un farsa progre de la realidad y otras memeces por el estilo.

http://www.balansiya.com/gastronomia_andalusi_evolucion%20habitos%20alimenticios.htm

http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Cocina/46929/

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