Dedicada a Daniel Aragón Ortiz
Abū al-Hasan 'Ali ben Saad (أبو الحسن علي), Emir de Granada,
llamado Mulay Hasan o, por los cristianos, Muley Hacén, accedió
al trono en agosto de 1464, sucediendo a su padre Sa'd al-Musta'în cuando ya el
Reino de Granada vivía fuertes conflictos internos que le impidieron sacar
provecho militar de la guerra en Castilla. Con la sultana Aixa tuvo a su hijo Boabdil,
que le quitaría el trono en 1482. En ese momento Mulay Hasan huyó de Granada
con su hermano el Zagal para combatir a su hijo. En 1485 ya muy debilitado
nombró heredero a su hermano, falleciendo ese mismo año en el castillo de Mondújar.
Una leyenda cuenta que Isabel de
Solís, una noble castellana de gran belleza, fue apresada en una incursión
nazarí y conducida cautiva a las mazmorras de La Alhambra. Allí, El Rey Mulay
Hasan se enamoro perdidamente de ella, lo que hizo que descuidara sus asuntos
de estado. El árabe convirtió a la joven cristiana al Islam y la declaró su
favorita con el nombre de Zoraya, “lucero
del alba”, lo que provocó la enemistad de la Sultana Aixa, madre de
Boabdil. Se dice que de Isabel tuvo dos hijos: Don Fernando de Granada (c. 1460
- Burgos, marzo de 1512), cuarto marido de Mencía de la Vega, sin sucesión, y
Don Juan de Granada, que se casó con Beatriz de Sandoval y tuvo descendencia.
En cualquier caso, todas estás intrigas palaciegas supusieron la debacle del
rey.
El romance no fué admitido por su
celosa esposa, que se dedicó a levantar la corte en contra de su marido, dando
lugar a una serie de enfrentamientos y dramáticos acontecimientos que
terminaron en una sangrienta guerra civil. Cuenta la leyenda que cuando el rey
Muley Hacen fué destronado por su hijo Boabdil, se retiró del mundo refugiándose
en la alcazaba de Mondújar. Allí, alejado de todos, pasó sus últimos tiempos,
con la única compañia de su favorita, Zoraya, y de los hijos que había tenido
con ella.
Vivía el viejo rey amargado,
siempre encerrado en la torre más alta de la fortaleza, mirando sin descanso
las altas y lejanas cumbres de Xolair, que mas tarde se llamaría Sierrra Nevada
y escuchando las historias que sobre ella le contaba su amada Zoraya. De este
modo, concibió el deseo de ser enterrado en ese lugar, lejos de los hombres, con
la única compañía del cielo infinito.
Y así, sintiendo que su fin se
aproximaba, pidió que lo sepultaran allí, donde nadie pudiera jamás turbar la
paz de su espíritu. Y se dice que Zoraya cumplió su deseo, enterrándolo en lo
más alto de la Sierra, entre las nieves eternas, donde sólo reina el silencio.
Desde entonces, el pico más
alto de la península ibérica lleva el nombre del rey nazarí que renunció a su
reino por amor y son muchas las búsquedas que se han hecho en la montaña para
intentar localizar la tumba del monarca y los supuestos tesoros que debía
contener, pero nunca ha sido hallada.
7 comentarios:
No tenía ni idea.. pensé que a los
moros no les gustaba la nieve pero veo que avanzaron de más.
Saludos.
A esas alturas de la película, esos de moros tenían el nombre y poco más.
Nadie hace en casa ajena lo que no es capaz de hacer en la propia.
Muchísimas gracias, Wafah, por la dedicatoria. Todo un detalle, de verdad. Una historia interesante que forma parte de los entresijos de las montañas que contemplan mis pequeñas hazañas.
Hasta pronto.
Estimada Titania, es posible que mi lectura y comprensión no sean las mejores, pero veo que tus comentarios siguen siendo igual de simples y sin sentido. Estaría bien que alguna vez dijeses algo medianamente interesante porque para decir tontadas como que "a los moros no les gusta la nieve" hay tiempo.
Y, por supuesto, yo tampoco tengo nada personal contra ti.
Gracias por la visita.
Lo siento, León, pero como dice Titania, mi lectura y comprensión está bajo mínimos. Por más que releo tu comentario no se que has querido decir. Si te apetece aclararlo te estaría muy agradecida.
Saludos.
De nada, Daor, a fin de cuentas la idea sobre el tema fue tuya así que "es de bien nacido ser agradecido" y que menos que hacer mención al respecto.
Un saludo.
Wafah no me obligues a pensar que tiene razón la señorita Titania en el comentario que hace en su blog acerca de tu comprensión lectora.
Se entiende lo que he dicho y estoy seguro de que tú lo entiendes perfectamente.
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