Aquí os traigo un libro cuya
lectura recomiendo vivamente por su interés. Su título “Las cruzadas vistas por
los árabes” del escritor libanés Amín Maalouf, Premio Príncipe de Asturias de
las Letras en 2010.
Es una historia de las
cruzadas, pero no como nos la han contado tradicionalmente en el Occidente
cristiano, sino cómo las vieron, vivieron, padecieron y relataron en «el otro
campo», es decir, en el lado árabe, punto de vista olvidado en nuestra
tradición histórica. Para elaborar este libro, Maalouf se ha basado en los
testimonios de los historiadores y cronistas árabes de la época, dando forma a
un texto ameno y accesible a todo tipo de lectores como suele ser habitual en
su obra.
Para los árabes, las cruzadas
son las «guerras» o las «invasiones» de los rum y los frany, nombre con el que
designan a los occidentales y, en el segundo caso, a los francos. De la mano de
Maalouf, descubrimos la manera en que eran percibidos templarios y
hospitalarios, las vicisitudes de Saladino, el desconocimiento cultural de la
zona por parte de los cruzados hasta el punto de saquear lugares cristianos
pensando que eran islámicos, o el pavor que generaban tanto la secta árabe de
los «asesinos» como la manera de combatir de Ricardo Corazón de León.
Las cruzadas vistas por los
árabes cubre el período que va desde la caída de Jerusalén, en 1099, hasta la
toma de Acre por el sultán Jalil, en 1291. Es la crónica de dos siglos en el
que se conformó el Occidente cristiano, pero también el mundo árabe, un período
convulso que, pese al paso del tiempo, aún sigue condicionando las relaciones
entre ambos mundos.
Grabado musulmán de la temible caballería árabe |
En el año 1187,el 2 de
octubre, Saladino reconquista Jerusalén para los musulmanes, no hubo matanzas
ni saqueos.
Un siglo antes, en la toma de
Jerusalén por parte de los francos, según el cronista Ibn Al Atir, “ a la
población de la Ciudad Santa la pasaron a chuchillo los franis estuvieron
matando musulmanes durante una semana, a los judíos los reunieron en su
sinagoga y allí los quemaron vivos.” No se salvan ni sus propios
correligionarios, los sacerdotes de los ritos orientales son expulsados de sus
iglesias y en muchos casos torturados para que revelen sus tesoros.
En la reconquista de la
ciudad por parte de los ejércitos musulmanes Saladino ordenó no maltratar a
ningún cristiano fuera franco u oriental. Todo los lugares que reconquistó
Saladino fueron tomados sin violencia y en la mayoría de las ocasiones para
evitarse el problema de los prisioneros los libera sin rescate.
Que diferente el
comportamiento de Ricardo Corazón de León, al que las novelas y películas de
Hollywood nos muestran como el perfecto caballero y héroe romántico.
En 1191 ante la caída de
Acre, Saladino envía a Ricardo un mensajero para discutir las condiciones de
liberación de los prisioneros, pero el inglés tiene prisa y no tiene tiempo de
ocuparse de los cautivos, como tampoco lo tuvo Saladino cuatro años antes. La
única diferencia es que Saladino al no querer el estorbo de los prisioneros los
soltaba, Ricardo prefiere exterminarlos.
Reúnen ante los muros de la
ciudad de Acre a 2700 soldados musulmanes prisioneros junto a las mujeres y los
niños de sus familias, todos atados con cuerdas para que no formen mas que una
única masa de carne, quedando así a merced de los francos que se ensañan con
ellos con sables, lanzas y hasta con piedras hasta que cesan todos los gemidos.
La verdad de los cruzadas, distorsionada por la ficción, las películas y libros de historia que nos dan los hechos y las fechas concisos sin entrar en los detalles cruentos, queda desvelada en este magnifico libro donde Amin Maaluf hace una estupenda y rigurosa investigación muy bien documentada por los historiadores y cronistas de la época y que nos hace ver como se vivieron las cruzadas “desde el otro lado”. |
1 comentario:
Es un acierto la recomendación de este libro tan ameno, que cumple al 100% lo que se esperaría de una obra histórica de divulgación, y que nos permite ver y entender desde "el otro prisma" aquel impresionante forcejeo geopolítico y espiritual.
Quizá el pasaje que más me impactó fue el de la práctica del canibalismo a gran escala por parte de los cruzados en Maara, algo que también aceptan las fuentes cristianas (cfr Raoul de Caen) y que fue a gran escala una combinación de brutalidad oscurantista y de estrategia de terror.
SMA
Publicar un comentario