domingo, 12 de junio de 2011

La "espada" del Islam


En el instituto mis profesores me enseñaron que los árabes nos invadieron, dominaron la parte inferior de la península ibérica durante algo más de siete siglos y que en 1492 finalmente los expulsaron de nuestro país. Esta historia tan perfecta e idílica siempre me hacía sospechar y por eso me decidí a indagar un poquito más y saber que es lo que realmente ocurrió.

Enseguida entendí que la historia de Al-Andalus, la España musulmana, no era tan sencilla, sino mucho más fascinante. El norte de África no estaba tan poblado como para que la península la invadiese tanta gente, lo que sí parece que invadió este país fue una cultura más avanzada que la que existía por entonces. O mejor dicho la que tenían sus antiguos pobladores. Esas diferencias entre “nosotros” y “ellos” nunca me ha quedado muy claras tampoco. Los judíos eran una parte importante de la población, y tanto ellos como el resto no parecían muy contentos con los gobiernos de sus nobles godos. Seguramente cuando llegaron esos pocos soldados árabes como estandartes de una cultura mucho más moderna serían acogidos más como un cambio hacia algo mejor que como una nueva dominación.

Cuando llegaron los árabes con el Islam, la península era un lugar donde la religión católica llevaba apenas tres siglos establecida. Llegó en el segundo siglo de nuestra era, pero no fue hasta el cuarto cuando se extendió. No es difícil imaginar que tras unos tiempos tan convulsos, los años de dominación de los musulmanes probablemente supusieron un alivio y dieron una estabilidad hasta entonces desconocida en el territorio.

Todavía discutimos si Abd Al Ramán era realmente un guerrero árabe o en realidad un visigodo que conquistó Córdoba y se convirtió al Islam, cuando es mucho más interesante imaginar cómo sería la cultura híbrida que nació de todo este movimiento de distintos pueblos. Los judíos llevaban en la península muchísimo tiempo. Lo que Sabemos es que entonces sus comunidades eran varias, y muy activas y proselitistas. Su religión compitió con la cristiana, que no era aún la oficial del imperio en aquel tiempo. Cuando llegaron los visigodos, cristianos arrianos, no los persiguieron, pero en el siglo VI el rey Recaredo se convirtió al catolicismo, su situación cambió. Para los judíos, que empezaron a sufrir persecuciones y unas leyes durísimas en su contra, la llegada de los tolerantes musulmanes fue una liberación, como lo fue para los cristianos descendientes de Witiza.

Pero los años del emirato y el califato de Córdoba, son tiempos de una convivencia ejemplar de distintas culturas. Todos, musulmanes, judíos y católicos deberíamos aprender de aquel tiempo de convivencia, que sucedió en este país, aun cuando era algo muy diferente.

En el año 711 llegaron los primeros musulmanes a este país, cuando no existía España como nación. Durante casi 800 años, cristianos y árabes convivieron e intercambiaron sus culturas. Se conoce por el nombre de Al-Andalus a los 800 años de gobierno musulmán en nuestro país. Este extenso periodo constituye una de las partes fundamentales de nuestra Historia, de extraordinaria riqueza artística, cultural, política y económica. Para muchos de nosotros se trata de una cultura extraña que nos produce, por la ignorancia de sus costumbres, un rechazo injustificado.

Durante el periodo andalusí, la convivencia entre musulmanes, judíos y cristianos hizo de Al-Andalus el país europeo más desarrollado de toda la Edad Media. Esa convivencia fue posible gracias a que cada pueblo mantuvo sus costumbres, leyes y creencias. Su población estaba integrada por visigodos, hispano-romanos, árabes y bereberes, que hablaban el mismo idioma, el árabe.

Aportaciones del mundo musulman:

De todos es conocida la inmensa riqueza que el arte musulmán dejó en este país.
No sólo nos dejaron bellísimos edificios, mezquitas y palacios. Todo el arte español posterior al paso de los musulmanes está impregnado del legado andalusí. Así podemos encontrar motivos decorativos musulmanes en numerosas construcciones cristianas del románico y el gótico, por no hablar del mudéjar.

Pero el legado musulmán no sólo se ciñe al apartado artístico. Los innovadores sistemas de riego, las técnicas agrarias o el diseño de los jardines son otras aportaciones de este pueblo. Introdujeron también la brújula, el actual sistema de cifras indio, el papel y la pólvora.

Pero esto no es todo. Un 30% de los vocablos del castellano proviene del árabe y, todavía hoy, existe en nuestro país un tribunal que crearon los musulmanes. Se trata del Tribunal de Aguas de Valencia, que se reúne en una de las puertas de la catedral de la ciudad para resolver los conflictos que causa el reparto del agua de riego en toda la vega valenciana. Se celebra un juicio oral cuya resolución aceptan tanto el demandante como el demandado, y que es admitida por nuestro ordenamiento jurídico como parte de nuestra Costumbre.

Por aquel entonces, Córdoba era una de las cuatro ciudades más grandes del mundo junto a Bagdag, Constantinopla y El Cairo, y bajo su influencia se levantaban más de 500 mezquitas, 600 baños públicos y 800 fuentes, cuando en el resto de Europa se desconocía la higiene.

La lengua árabe fue en al-Andalus sinónimo de refinamiento y erudición, No sólo estudiaban árabe los musulmanes, también los propios mozárabes, cristianos que permanecieron bajo dominio musulmán, acabaron expresándose y escribiendo en este idioma. Lo mismo que los judíos, comunidades ambas muy participativas en la vida pública de al-Andalus. En este sentido, existe un elocuente pasaje de Álvaro de Córdoba quejándose del auge del árabe en el siglo IX: "Muchos de mis correligionarios leen poesías y cuentos árabes, y estudian las obras de los filósofos y teólogos musulmanes, no para rebatirlas sino para aprender a expresarse en el lenguaje árabe más correcta y elegantemente"

La educación y el saber tuvieron desde el principio enorme importancia en el mundo musulman, como así lo demuestran las propias tradiciones que fueron seguidas hasta sus últimas consecuencias. Frases como "Busca el saber desde la cuna hasta la tumba" o "No hay nada más importante a los ojos de Dios que un hombre que aprendió una ciencia y la enseñó a las gentes" son algunas de las máximas más influyentes en la época. Los propios emires y califas, como Abderrahman II, Abderrahman III y al-Hakam II, fueron grandes eruditos que se rodearon de sabios y pusieron la enseñanza al alcance de todo el mundo. Hicieron traducir las principales obras del saber greco-helenístico, crearon bibliotecas públicas y privadas –algunas tan célebres como la de al-Hakam II–, y edificaron mezquitas y madrazas en las que se impartían las ciencias religiosas y la jurisprudencia. Algunos fueron excelentes poetas, como el propio rey al-Mutamid de Sevilla, y su amigo y visir Ibn A
mmar.

10 comentarios:

Serk1492 dijo...

Sí, es curiosa esa relación entre judíos y sarracenos, pero lo que ofrecieron a los cristianos fue o una sangría (la muerte) o la sumisión (conversión a ella, al Islam).

Que tuvo sus cosas buenas no lo quita nadie, pero el Islam fue un invasor, y no tiene derecho a permanecer en Nostra Terra.

Navegante dijo...

No fue tan bucolico, pero en fin...por lo visto en esa época vivíamos bastante mejor que en ningún país de Europa (el otro día fuí con mi nave a verlo)

un saludo

Stop dijo...

Menuda concatenación de ideas infantiles, tergiversaciones históricas y propaganda política y religiosa, que viene a ser lo mismo, pro-islámica. La evidencia es que todos los paises islámicos gozan de una moralidad completamente antagónica con los más mínimos derechos humanos. La cerazón mental impuesta por el Islam, lo único que ha producido, en todos los países donde se ha implantado, ha sido miseria mental, inmovilismo, fanatismo, explotación social y atraso. Esa es la realidad. Las únicas sociedades islámicas productivas y prósperas fueron aquellas en las cuales los musulmanes eran una minoría social. En el momento en que la mayoría de la sociedad dejó de pensar, de razonar, de cuestionarse las cosas, de ser abiertos, esas sociedades cayeron en la más absoluta de las miserias humanas sólo disimulada mediante la guerra y la piratería. Hay que estar muy mal informado y ser muy infantil, y haber leído muy poca historia, para creerse la exposición de este escrito que es un insulto a la inteligencia de los lectores. Saludos.

Eladio García dijo...

Si, Stop, estoy muy mal informada, soy infantil y he leido muy poca historia. Pero bueno, para eso te tenemos a ti, gran experto donde los haya y cuyo resumen de la historia consiste en negar el holocausto, sin ningún tipo de pruebas por supuesto, y echarle la culpa de todo a los masones, tambien sin pruebas no faltaba más. Pero claro, tu si estás informado y tus teorias no insultan la inteligencia de ningún lector...madre mia, lo que hay que leer. Saludos.

Serk1492 dijo...

¡Pero si la única que no aporta pruebas (y debería hacerlo) eres tú, Wafah!

Vamos a ver, si tú afirmas la existencia del holocuento, ¿¿no deberías aportar pruebas DEMOSTRADAS y CIENTÍFICAS??
No son pocas las veces que se te ha mostrado pruebas de que NO pudo existir tal genocidio, eres tú la única que no quiere ver, que es mucho peor que estar ciego. Y pruebas científicas recuerda que no son películas del judío Spielberg, por muy emotiva que pueda ser Salvar al Soldado Ryan.

Eladio García dijo...

Serk, hay pruebas de todas clases: fotografias, peliculas y testimonios de presos y de guardianes de los campos de concentración. Menos mal que a los americanos se les ocurrió filmar todo lo que se encontraron cuando liberaban esos campos de exterminio. Y con todo y con eso hay unos cuantos iluminados que siguen negando la evidencia. No hay mayor ciego que el que no quiere ver.
En el juicio de Nuremberg quedaron claros todos los crimenes contra la humanidad cometidos y los culpables que aún vivian pagaron por ello. Todavia hay algunos sueltos por ahi y espero que los cojan y que pasen en prisión el poco tiempo de vida que les quede. Saludos.

Serk1492 dijo...

-"fotografias, peliculas y testimonios de presos y de guardianes de los campos de concentración"-

jajajajajajajajajajajajaja
Señoría, no hay más preguntas

Stop dijo...

Wafah, ¿te has molestado en informarte sobre el tema del holocausto y sobre la masonería?

Ya te he explicado en varias ocasiones que comprendo tu punto de vista porque antes de ser ateo, fue creyente; antes de cuestionar el holocausto, me creía el holocuento; antes de asombrarme con todo el entramado masónico, me reía de los conspiranoicos y los malvados de las películas. El caso es que también te he dicho en más de una ocasión que hay personas que intentan encontrar la verdad de las cosas, sea la que sea, y otros que creen tener ya la verdad, indiscutible y segura, de su parte. Tú eres de los segundos.

Yo no tengo ningún interés en escribir nungún tratado para convencer a nadie. El que quiera, puede informarse. El que no quiera, puede continuar como tú, creyendo todo lo que le digan y despotricando de aquellos que un "mal día" decidieron cuestionarse si lo que les estaban contado era verdad o un simple cuento chino.

Arcángel dijo...

Que bonito se pinta la historia desde el punto de vista propio y para intentar convencer a los que son simpatizantes o estan dudosos de los verdaderos hechos historicos.

Islam= atraso.

Mehmet dijo...

Si en el Al-Andalus, hubo tan solo unos pocos miles de árabes y otros tantos de bereberes, lo lógico es pensar que hubo un gran número de godos e hispanorromanos que se convirtieron al Islam.

Eran otros tiempos, evidentemente, pero yo no culpo de nada a los españoles de entonces que adoptaron el Islam. Tan "extranjera" era esa fe en esta tierra, como lo era el Cristianismo unos pocos siglos antes. Si un considerable número de godos e hispanorromanos vieron en el Islam (ya fuera por fe o por intereses) la posibilidad de un cambio para bien, no soy quien para considerar menos "español" a quien abraza la fe de Allah que a quien abrazó un poco antes la fe de Cristo. Si nos ponemos "estrictos", los únicos dueños legítimos de Iberia y la única religión puramente ibérica, sería el paganismo de los celtíberos. Ahora sí, vete a decirle eso a más de un integrista cristiano que se cree que Jesucristo era de linaje germánico y que el Cristianismo no es una fe de Oriente, tan "extranjera" como el Islam (lo cual no es óbice para criticarla, ojo, solo me pongo en la perspectiva de esa gente).


Resumiendo: es probable que muchos hermanos de sangre de los cristianos de la llamada Reconquista, fueran musulmanes que se convirtieron o que descendían de conversos, lo que les hizo enemigos en el campo de batalla.

Sea como fuere, lo que está claro es que la historia del Al-Andalus, no es tan sencilla como para resumirla en "moros invasores" VS "cristianos autóctonos".

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