martes, 5 de julio de 2011

Abbas Ibn Firnas


Abu l-Qāsim Abbās Ibn Firnās (en árabe أبو القاسم عباس بن فرناس) (Ronda, Málaga, 810 - Córdoba, 887), precursor de la aeronáutica, fue un protohumanista, científico y químico andalusí nacido en una familia de origen bereber cuyos ancestros participaron probablemente en la conquista de la Península Ibérica. Vivió en la época de la Dinastía de los Omeyas en Al-Ándalus. Su nombre sería latinizado posteriormente como Armen Firman.

Los biógrafos lo presentan como un brillante filósofo; debió recibir una formación sólida, lo que significa que realizó estudios científicos. Estudió química, física y astronomía, principalmente. Sus aptitudes en el campo de la poesía y su habilidad en astrología le permitieron introducirse en la corte de Abderramán II (822-852), donde enseñó poesía. Gracias a sus numerosos inventos, algunos de ellos mencionados por los historiadores, pudo seguir frecuentando la corte durante el reinado del sucesor Mohamed I (852-886). Ibn Firnas diseñó un reloj de agua, la clepsidra, llamado Al-Maqata-Maqata. También fue el primero en desarrollar la técnica de talla del cristal de roca; hasta entonces, sólo los egipcios sabían facetar el cristal. Creó una esfera armilar para representar el movimiento de los astros y un planetario que construyó en su casa, siendo el primero en utilizar en toda la Península Ibérica las tablas astronómicas de Sinhind, de origen indú, básicas para el desarrollo de la ciencia europea posterior.

Maqueta de Ibn Firnas en el centro comercial Ibn Battuta Mall de Dubai.


Los hermanos Wright no fueron los primeros en pensar en la construcción de una máquina capaz de volar. Muchos antes que ellos habían diseñado aparatos teóricamente capaces de mantenerse en el aire de forma estable. A menudo se trataba de artefactos diseñados a partir de la observación del vuelo de las aves.

El precedente más famoso está en los diseños de Leonardo da Vinci, aún cuando en realidad el ornitóptero de Leonardo no pasa de ser un diseño teórico sin que conste que se hubiera llevado a construir ningún modelo real y mucho menos de levantar el vuelo. Lo cierto es que desde mucho tiempo antes de Leonardo, se habían considerado y realizado intentos para construir máquinas voladoras. Desde la descripción de Icaro y Dédalo que hace la mitología griega, han sido muchos los visionarios que han construido artefactos con los que se creían capaces de levantar el vuelo como si fueran pájaros, aún cuando en la mayoría de los casos, descubrían de forma brusca que la puesta en práctica de sus teorías no se ajustaba a sus predicciones.

Recreación del vuelo de Ibn Firnas.

En 852 decidió volar lanzándose desde una torre de Córdoba con una enorme lona para amortiguar la caída. Se lanzó y sufrió heridas leves. Por eso se considera generalmente como creador del primer paracaídas. Fue a la edad de 65 años cuando decidió fabricar su propio aparato volador. A partir de la observación del vuelo de las aves construyó un armazón de madera forrado de seda. En lugar de hacer unas alas o una capa grande, como se había hecho hasta la fecha, Ibn Firnas construyó un planeador de verdad. Una auténtica ala delta con aparentemente algún mecanismo para controlar el vuelo.

Finalmente Ibn Firnas realizó la prueba desde una colina de la Arruzafa (en los arrabales de Córdoba). Evidentemente no hay pruebas de la experiencia, ni restos del aparato (estamos hablando del siglo IX), pero sí que hubo múltiples testimonios independientes de la proeza. El planeador realizó un vuelo largo con una duración de bastantes segundos ( más de 10,según las crónicas).

El aterrizaje en sí mismo no fue un ejemplo de perfección ya que Ibn Firnas se fracturó ambas piernas y la espalda. De todas formas, teniendo en cuenta los estudios de aeronáutica de la época,no lo hizo nada mal. El hombre se adelantó en varios siglos a su tiempo.

Así como en Occidente se habla de los hermanos Montgolfier, en los países musulmanes explican que el primer hombre que intentó volar es Ibn Firnas, 900 años antes que los Montgolfier.

Estatua de Ibn Firnas en el aeropuerto de Bagdad.
Los libios han emitido un sello con su efigie, y los iraquíes han construido una estatua suya en la carretera del aeropuerto internacional de Bagdad, y han dado el nombre de Ibn Firnas a otro aeropuerto en el norte de Bagdad.

Un cráter de la cara oculta de la Luna lleva su nombre., concretamente “Ibn Firnas crater”.

Además, en Córdoba, la ciudad que lo vio volar, el día 14 de Enero de 2011 se inauguró un puente sobre el río Guadalquivir con su nombre, en cuyo centro se encuentra la figura del pensador andalusí, desde la que se erigen dos alas, llegando hasta ambos extremos del puente. El ingeniero de la obra es Jose Luis Manzanares Japón.

En Ronda, su ciudad natal, se ha inaugurado un centro astronómico que lleva su nombre.

5 comentarios:

Stop dijo...

Wafah, en al artículo has colocado texto repetido. Si lo repasas verás que hay una repetición evidente. Saludos.

Eladio García dijo...

Muchas gracias Stop, ya está corregido.

Stop dijo...

No hay que darlas. Con todos los apuntes que tú me haces... Gracias a ti. Saludos.

miguel dijo...

Interesante artículo que nos ofrece otra muestra del poderío intelectual del Al-Ándalus de aquella época, lástima que los genios y sus sueños hayan desaparecido para siempre de la sociedad actual.
Un saludo.

Eladio García dijo...

Pues si, Miguel, hay personajes olvidados en la historia y este es uno de ellos, pero sirva este articulo como homenaje para el. Saludos.

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