Zulfigar, la cimitarra de Alí, primo y yerno de Mahoma.
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La cimitarra es un sable o espada de origen oriental, muy ligero, con un solo filo curvo fino y cortante; tal como ha descrito algún autor de manera más gráfica, la cimitarra es una “espada vuelta a manera de hoz”. Su longitud puede variar entre los 55 – 100 centímetros y va rematada en el extremo contrario al filo con una empuñadura protectora.
El término que designa a la espada “cimitarra” tiene su origen en el vocablo persa “shamsir”, que a su vez derivó en la palabra italiana “cimitarra”. El origen tanto geográfico como cronológico de la espada cimitarra entraña un difícil debate que continúa abierto en la actualidad. En cuanto al lugar de origen hay quienes lo sitúan en la antigua Persia, aunque su uso se difundió por todo Oriente Medio desde la India a las costas orientales del mar Mediterráneo.
Se dice de la espada cimitarra que era excepcionalmente dura y fuerte, muy resistente a los golpes, que absorbía con gran facilidad. Esto se debe al uso de un metal de características especiales como era el llamado “acero de Damasco”. Este acero tenía un alto contenido en carbono, concretamente del 1,5 al 2%, lo que le otorgaba esa gran dureza y una belleza única con marcas onduladas en el filo. Las propiedades del acero de Damasco fueron admiradas en todo Occidente e intentaron imitarlas aunque sin demasiado éxito. En la Península Ibérica sí logró desarrollarse un metal con características bastantes similares al de Damasco, es el reconocido "acero de Toledo".
La espada cimitarra tenía un diseño perfecto para atacar desde la montura de un caballo ya que tras el enviste, la hoja de la espada no quedaba incrustada en el oponente lo que permitía al guerrero seguir avanzando en el campo de batalla. Se dice que la hoja de una cimitarra cortaba el cuerpo del adversario desde el hombro saliendo por la cintura, de la misma manera que cortaba un pañuelo de seda por la mitad.
Respecto a la fecha de aparición de esta espada, a pesar de que hay teorías que sitúan su origen en épocas muy antiguas (hay autores que se remontan al Antiguo Egipto) y otras que afirman que la espada cimitarra no apareció hasta pasado el siglo XII, lo que no podemos negar es que el momento de mayor difusión de esta espada fue durante la Edad Media. De hecho, es el arma más característica del mundo árabe medieval, asociada en muchas ocasiones a las cruzadas entre cristianos y musulmanes. Es en este momento cuando ya aparece en representaciones pictóricas como la de la imagen inferior.
Representación medieval del enfrentamiento entre cristianos y musulmanes. A la dcha. musulmanes portando la espada cimitarra.
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La espada no era una mera arma utilizada en la guerra, sino que estaba rodeada de todo un simbolismo muy destacado tanto en la tradición cristiana como musulmana. Para los reyes y nobles de la cristiandad que guerreaban contra el musulmán, la espada simbolizaba la cruz de Cristo (cruce de la empuñadura con el filo). Mientras que para los musulmanes se dice que la forma semicircular de sus sables representaba la media luna, y que por lo tanto la propia espada simbolizaba el arma sagrada del Islam: el arma de Alá.
El personaje histórico más destacado con quien se asocia la cimitarra es Salaheddîn Eyûbîen o más conocido en el mundo occidental como Saladino. Este personaje nacido en lo que actualmente es Irak fue el general musulmán más importante de Oriente Próximo en la segunda mitad del siglo XII. Fue protagonista de las guerras de religión entre cristianos y musulmanes por el dominio en Tierra Santa, destacando su victoria frente a los cristianos en la batalla de Hattin, un hecho que le abrió las puertas para la conquista de Jerusalén. Tras ser conocido el hecho por los cristianos, el hombre que estaba a la cabeza de la Iglesia por aquel entonces, el Papa Urbano III convocó a todos los reyes cristianos a una nueva campaña contra los musulmanes, la tercera cruzada. Fue en este momento cuando cobró protagonismo la figura de Ricardo de Inglaterra, quien posteriormente sería apodado “Corazón de León”.
La cimitarra es el nombre genérico que reciben las espadas árabes con filo curvo, no obstante, dentro de esta categoría podrían englobarse tipos concretos de espadas curvas con nombres específicos según las regiones de origen que fueron adaptando el modelo inicial.
Kiliç árabe de origen turco con filo curvado.
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Una de ellas es la espada de origen turco denominada kiliç. Su origen se relaciona con los movimientos mongoles de la época medieval, aunque otras teorías apuntan a que su origen se situaría hacia el siglo XV. Es una espada de un único filo curvo que se va estrechando hacia el último tercio del filo, lugar donde se inicia la curvatura del filo que se ensancha y muestra un contrafilo.
En Persia se desarrolla la espada shamsir, vocablo de donde se dice que deriva el término “cimitarra”. La espada Shamsir sigue la misma tipología de espada curva con filo único, la característica propia podría encontrarse en que el filo comienza su curvatura desde su primer tercio. En ocasiones el extremo apuntado del filo podía ser doble para facilitar la punción del enemigo.
En la India encontramos el tulwar muy similar al shamsir persa. En Marruecos la espada curva característica es el nimcha. Por último, el saif es el término por el que se conoce a la espada curva en la zona de Arabia. El sable saif es una espada corta de doble filo con punta curva.
1 comentario:
me a parecido magnifico , y de paso me a hecho aprender algo sobre esa arma .La verdad es que se te a olvidado incluir un arma que tambien era curva , mas antigua que la cimitarra anterior al siglo XII y que casualmente muchos pueblos del norte de africa adoptaron y evolucionaron hasta algunas otras espadas
LA FALCATA DE LOS IBEROS
Entre los elementos más relevantes de la Cultura Ibérica se encuentra sin duda la falcata, una espada de hierro, de aspecto elegante, en forma de sable, de hoja ancha, curva y asimétrica; casi siempre, con doble filo en la punta.
un saludo Wafah
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