El castillo de Alhama de Granada se encuentra en el centro
del casco urbano de la localidad, al lado de la iglesia del Carmen y de la Pila
de la Carrera, frente al ayuntamiento. El castillo fue construido sobre la
antigua alcazaba árabe. En el siglo XV creció su importancia, por ser llave
esta fortaleza de la conquista granadina. Los Reyes Católicos conquistaron esta
fortaleza con gran esfuerzo, aunque luego la recuperaron los moros granadinos,
siendo conquistado definitivamente en febrero del 1482. Fue remodelado a
principios del siglo XX. Entre las edificaciones defensivas de su entorno,
todavía quedan torres vigías, como la de Torresolana.
La al-qasbah era el recinto fortificado que presidía la
ciudad andalusí de Alhama, emplazándose en su espacio noroeste-suroeste, en el
espacio comprendido entre la Puerta de Málaga y el Adarve de los Remedios.
Tenía varias puertas de acceso y en ellas se encontraban las
fortificaciones defensivas, albergando una guarnición que conformaba una serie
de dependencias militares con viviendas, caballerizas y almacenes.
Contaba además con la residencia del Alcaide, gobernador o
máximo jefe militar, que se construía como una gran torre interior, la cual se
conoció posteriormente como El Castillo.
La Torre de los Arcos de la Fortaleza era un espacio por
donde el acueducto penetraba en la ciudad, para hacer llegar el agua a la
población andalusí de Alhama.
Dicho acueducto, de cronología imprecisa, conduciría el agua
a la medina (madina) y a la alcazaba (al-qasbah), donde pudo haber existido un
aljibe (algubb) para su almacenamiento.